Italia es un destino que enamora a primera vista, reconocido por su historia milenaria, ciudades llenas de arte y paisajes que van desde costas mediterráneas bañadas por el sol hasta montañas alpinas que cortan el aliento. Es la cuna del Renacimiento, del romance y de un estilo de vida que celebra la belleza en cada detalle.
La gastronomía italiana es un viaje obligatorio para el paladar: la auténtica pizza napolitana, pastas artesanales, risottos cremosos, gelatos y una selección de vinos excepcionales convierten cada comida en una celebración de tradición y sabor.
Destinos como Roma, el impresionante museo al aire libre donde conviven el Coliseo y la Ciudad del Vaticano; Florencia, corazón del arte renacentista; Venecia, con sus románticos canales; y la Costa Amalfitana, con vistas y playas de película, hacen que cada rincón del país sea un descubrimiento maravilloso. Además, regiones como La Toscana, Sicilia y los Alpes italianos ofrecen experiencias únicas entre historia, naturaleza y cultura.
Ya sea caminando por calles llenas de arte, navegando por paisajes mediterráneos o disfrutando de la hospitalidad local, Italia lo tiene todo para unas vacaciones llenas de historia, belleza y la famosa dolce vita.
Moneda oficial:
Euro (EUR), €
Idioma:
Italiano; en zonas turísticas muchos hablan inglés y en algunas regiones se hablan dialectos locales.
Bebida típica:
Vino italiano (Chianti, Barolo, Prosecco) y el limoncello en la Costa Amalfitana; también destaca el espresso como bebida cotidiana.
Plato recomendado:
Pizza napolitana y pasta fresca en todas sus variantes, aunque cada región tiene su especialidad (risotto en el norte, lasaña en Emilia-Romaña, ossobuco en Milán).
Cuándo ir:
Entre abril y junio o septiembre y octubre, cuando el clima es templado y se evita la alta afluencia turística del verano.